El término “enrejados metalorgánicos” (conocidos por sus siglas como MOFs, del inglés metal-organic frameworks) fue acuñado por Omar M. Yaghi en 1994, quien posteriormente dominó el campo; sin embargo, fue Richard Robson quien, desde 1989, había sentado las bases conceptuales de estas estructuras. Posteriormente, en 1997, Sumusu Kitagawa mostró la funcionalidad práctica de los MOFs al demostrar su capacidad para almacenar metano. Estos trabajos pioneros en el campo de los MOFs, derivaron en la síntesis de decenas de miles de compuestos con prometedoras aplicaciones. Debido a esto, el premio Nobel de química de 2025 fue otorgado a Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi como reconocimiento de sus importantes avances en el descubrimiento de estos enrejados metalorgánicos.
Sin embargo, ¿qué son estos enrejados y cuál es su utilidad?
Los MOFs son materiales en los que iones o cúmulos metálicos están enlazados mediante moléculas orgánicas, formando un patrón regular y repetitivo que da lugar a una red tridimensional. Una característica clave de estos materiales es que, en el espacio entre los nodos metálicos y las moléculas orgánicas a las que se unen se generan grandes cavidades, lo que hace que el material sea altamente poroso. Yaghi mencionó que un gramo de MOF tiene un área superficial interna aproximadamente igual a la de dos campos de fútbol americano.
Los MOFs tienen propiedades únicas, como su gran área superficial, su baja densidad, alta flexibilidad y la versatilidad en la función de sus poros, lo que los hace adecuados para diversas aplicaciones. Por ejemplo, debido a su alta porosidad, se ha estudiado su capacidad de almacenamiento de hidrógeno y metano. En el MOF-177 se reportó un almacenamiento de hidrógeno de hasta un 7.5 % en peso. También se han empleado para la captura de CO2 y la adsorción de nitrógeno.
El uso de los MOF se ha extendido al ámbito biomédico, principalmente para el transporte de fármacos. Sus ventajas, en comparación con otros materiales, son la facilidad con la que se puede modificar el tamaño de los poros, su alta capacidad de almacenamiento de fármacos y que la superficie de los poros se puede funcionalizar. Por ejemplo, se ha demostrado que los MOF MIL-53(Fe) y MIL-53(Cr) pueden almacenar hasta 17.4% ibuprofeno con un tiempo de liberación prolongado de 21 días
También se ha investigado su aplicación como electrodos en baterías de iones de litio (LIBs). Las LIBs comerciales están hechas principalmente con ánodos de grafito, los cuales tienen una capacidad máxima de 372 mAh/g. En comparación, el material compuesto formado por partículas de magnetita (Fe3O4) encapsuladas por el MOF HKUST-1 mostró una capacidad de 1001.5 mAh/g, un valor superior al de la magnetita pura (696 mAh/g) y al del grafito.
Los MOFs han mostrado propiedades excepcionales y una notable versatilidad, evidenciada por su aplicación en diversos campos y dispositivos tecnológicos. Los numerosos avances en su investigación y desarrollo fueron, sin duda, motivo del Premio Nobel de Química de este año.
Para más información: Chemistry Nobel Prize
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